TENIS ON LINE Y OFF LINE

Por lo visto, el ser humano tiene dos maneras de pensar: on-line y off-line. La buena, la sana, es on-line. Es decir, aquí y ahora, sin proyectarse hacia un futuro impredecible. En el mundo del tenis, tan educado, donde los jugadores preparaban el partido, incluso la temporada, off-line, es decir, con una cierta proyección, llegó Nadal y cambió el paso. El número uno del mundo es un jugador on-line. Se dice también enchufadísimo, que eso es más habitual escucharlo, pero es lo mismo; juega aquí, ahora, cada intercambio, cada punto. Su gente le lleva las cosas, le prepara la carrera; el tío Toni y sus hermanos pensarán en las inversiones, en los próximos viajes, en la planificación de los cambios de superficie. Rafa no piensa en nada de eso; sólo en la pelota que está jugando. Entendemos que estará al tanto del marcador, aunque visto lo de hoy con Djokovic es difícil de asegurar. El partido estaba perdido, como tantos otros...
Se dice aquí arriba, en el recuadro gris que da nombre al blog, una frase de Tim Gallwey, revolucionario profesor de tenis del los ochenta en EEUU. The Inner Game of tennis es la explicación del partido que juega cada tenista contra sí mismo. Contra sus miedos, contra la falta de control, contra el siguiente fallo. Nada de eso le afecta a Rafa porque todo eso forma parte de un futuro que él jamás contempló.
Nadal le ha dado la vuelta a su deporte. Un partido ya no son tres sets, o cinco; una temporada ya no son veintitantos torneos, una carrera ya no son los años que el cuerpo aguante. El número uno del mundo ha decidido que el tenis es una batalla pelota a pelota, que sólo cuenta cada saque, cada drive y cada revés en el instante que toque golpearlos, y cada rival sólo lo es en función de las veces que pueda pasarla por encima de la red en el momento presente.
Nadal no es sólo un tenista, es un deportista que ha roto casi 100 años de paradigma de su deporte. Ha cambiado los ejes. Todo el que lo rete en la pista, deberá ser consciente del nuevo deporte que practica. Cada bola es una batalla; cada pelota es la más importante de su vida tenística; cada partido puede ser el último; cada título es una conquista. El que quiera vivirlo de otra manera, puede, pero debe saber que la era Nadal, el tenis es un deporte on-line. El futuro no existe.

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